UNA CUESTIÓN DE TIEMPO (**1/2)

Dirección: Richard Curtis Guión: Richard Curtis Actores: Domhnall Gleeson, Rachel McAdams, Bill Nighy, Lydia Wilson, Lindsay Duncan, Richard Cordery, Tom Hollander, Margot Robbie Música: Nick Laird-Clowes

EFECTO MARIPOSA A LA INGLESA:

Richard Curtis, quien ha escrito los guiones de «Cuatro bodas y un funeral«, «Nothing Hill» o «El diario de Bridget Jones«, y tomando prestada la idea ya usada en «El efecto mariposa» (2004), nos trae esta comedia romántica en la que el protagonista, Tim (Domhnall Gleeson), goza de una especie de don que le permite viajar atrás en el tiempo para volver a vivir determinados sucesos y poder cambiarlos a su antojo.

Es posible que quien no haya visto «El efecto mariposa» (2004) o la genial «Atrapado en el tiempo» pudiera considerar esta película como una divertida propuesta de corte romántico, aderezada con ese toque de ciencia ficción a lo “Regreso al futuro” y bien ambientada en la ciudad de Londres, pero a mi juicio esta producción no ha conseguido ni emocionarme ni divertirme durante sus pesadísimos 123 minutos.

 

El guión, flojísimo, no termina de aprovechar una buena premisa (la de los viajes en el tiempo) que podría haber dado mucho más de sí. Si a determinadas decisiones del protagonista, algunas difíciles de entender, le unimos un tercio final en el que se salta por el arco del triunfo toda cuestión referente a los efectos que puede acarrear el ir al pasado y modificar algo ya vivido (el temido «efecto mariposa»), pues nos encontramos con un guión que hace aguas y que no puede ser tomado de manera seria e inteligente.

Fracasa estrepitosamente en su comparación con lo realizado por Eric Bress para «El efecto mariposa«, pues el guión de aquella estaba mucho más trabajado gracias a unos dramáticos y emocionantes giros de guión, y en buena medida gracias a Ashton Kutcher y Amy Smart que estaban soberbios en sus interpretaciones; cosa que en esta última producción no se consigue por culpa del mencionado guión y por la falta de carisma del actor protagonista.

Puede que Richard Curtis sólo trate de colarnos una nueva comedieta de corte romántico, con personajes vacuos y chistosos (a lo Hugh Grant en «Cuatro bodas y un funeral» o Renée Zellweger en «El diario de Bridget Jones«) pero en mi opinión tampoco consigue un producto verdaderamente divertido o ingenioso.

En la piel del enamoradizo y cansino Tim tenemos al pelirrojo Domhnall Gleeson, quien con el recurso de la «voz en off» nos va contando su periplo en busca del amor de su vida, siendo este último representado por el personaje de Mary interpretado por Rachel McAdams («El diario de Noah» o «Sherlock Holmes«), que es de lo poco rescatable de la cinta junto a Bill Nighy («Piratas del Caribe 2 y 3«), quien hace de padre del protagonista.

 

A nivel técnico destacaría el uso de una fotografía con una imagen muy colorida, una buena ambientación en distintas y preciosas localizaciones inglesas, y el  uso de una banda sonora en la que se mezcla el trabajo de Nick Laird-Clowes con otros temas originales de distinto género musical.

Puede que agrade a los amantes de todas esas comedias románticas escritas por Richard Curtis,  pues no es menos cierto que este tipo de cine tiene un buen número de adeptos, pero a mi me ha parecido un verdadero pestiño y sólo disfrutable por la belleza de McAdams.

Lo mejor: Rachel McAdams, Bill Nighy, banda sonora, fotografía y ambientación.

Lo peor: El guión, poco trabajado, soso, y carente de emoción.

 Puntuación: 1/2